A Xanica, mi pueblo
Cuando te recuerdo, mi
corazón se llena de emociones, te imagino exactamente en el lugar que te
encuentras, al pie de tres grandiosos cerros, Kyii’y Yëëts, Cerro
Amarillo, Kyii’y Baas, Cerro de las Abejas y Kyii’y Nis, Cerro
Mazorca, porque te conozco y porque parte de mi ser se
encuentra en ti, además es contigo con quien están mis seres queridos, mis
padres, mis hermanos, mis amigos, mis paisanos, y de quienes, sin plantar
demasiado la palabra, sabemos de sus esperanzas y desilusiones, de sus alegrías
y de sus tristezas. Así te conozco y al recordarte, imagino tus días soleados,
entre los meses de marzo a octubre, conformando el tiempo que llamamos en
nuestro idioma, bto’ , que son días realmente claros y brillantes, pues por
fortuna no tienes el humo que aplasta a las ciudades, y qué decir de tus
puestas de sol vistos desde el costado del templo, por cierto, una gran
construcción del siglo XVIII que costó mucho trabajo y hasta la vida de
nuestros abuelos; o desde la cancha de
básquetbol que se encuentra frente al palacio municipal, que es el lugar donde
tus niños y jóvenes descansan después de un arduo día de trabajo, bueno, pues
desde ahí, podemos extasiarnos al mirar al sol despedirse de nosotros para
ocultarse detrás de las montañas, por el rumbo de San Mateo Piñas, no sin antes
pintarte de un color amarillo o rojizo, que te hace ver tan bonita todas las
tardes, así también, desde esta altura, 1240 m .s.n.m., tenemos la fortuna de mirar muy
a lo lejos una pequeña parte del Océano Pacífico que se sitúa frente a las
playas de la Crucecita ,
Huatulco.
Así también, cómo no
imaginarte en tus días lluviosos
que son igualmente especiales y
diferentes a los días de las ciudades, pues las lluvias se anuncian contigo en
los meses de marzo, abril o mayo y en estas primeras lluvias y truenos salen
las chicatanas, con ellas ya
tostadas hacemos una salsa que puesta en
una tortilla recién quitada del comal,
forman parte de nuestra alimentación, esperando saborear las últimas hasta el 13 de junio, día en que
sabemos que ya no volveremos a cocinarlas sino hasta el inicio de la siguiente
temporada de lluvias, y así es como
junto con los meses de junio, julio,
agosto y septiembre conformarán el tiempo que conocemos en nuestra lengua como bkyo,
acompañadas estas lluvias de majestuosos relámpagos y truenos entre los
meses de julio a septiembre.
Por
todas estas razones, quiero que los demás te conozcan, que sepan de tus
bondades y tu generosidad, de tu paciencia al esperar día tras día a tus hijos
que se alejan de ti en busca de mejores condiciones de vida, a veces atraídos
por todo lo que ofrecen las grandes ciudades,
o quizás también simplemente por querer conocer otros horizontes de
nuestra patria, pues como sabes, muchos han emigrado a diferentes puntos de nuestro
Estado: Huatulco, Pochutla, Salina Cruz, Juchitán, Matías Romero, Ciudad de
Oaxaca, y a otros estados como Chiapas, Veracruz, Guerrero, Mérida, Ciudad de
México, y últimamente ya se han atrevido algunos cuantos a alejarse más de ti,
yéndose trabajar a los Estados Unidos,
pero siempre llevándote en su memoria, con la esperanza de algún día volver
contigo.
No
hay muchos libros que hablen sobre ti, así que estas páginas serán un intento
de darte a conocer a través de la palabra escrita en nuestra lengua materna: el
zapoteco, así como en nuestro segundo idioma: la lengua de Castilla.
Sara Cruz García
Promotora Cultural
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